La "Banca 25" faculta a los ciudadanos y Organizaciones No Gubernamentales a utilizar este canal institucional para su expresión, acercándolo a la decisión en el sistema político y de gestión.
El proceso de participación exige de una ciudadanía oportunamente informada y motivada para intervenir. Esta puede ser entendida en sentido individual o grupal en el quehacer social, político y de gestión.
De este modo los actores sociales potencian el protagonismo que en realidad poseen en los procesos de transformación y consolidación de la democracia.
Para poder participar de la misma se deberá aceptar las disposiciones del Decreto 478/94 de creación de la Banca Abierta y el Decreto 140/94 de reglamentación del funcionamiento de la misma.