Analistas de diversas disciplinas académicas abordaron temas tales como los casos de violencia doméstica y social, discriminación, espacios de participación y socialización, los adultos mayores como sujetos de derecho y cuestiones ligadas a conceptos jurídicos y culturales. La jornada fue organizada por la Subsecretaría de Políticas Sociales para la Integración, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad.
Los reiterados casos de violencia familiar y social, los derechos adquiridos de los adultos mayores como sujetos y ciudadanos y el rol del Estado en la generación de políticas activas que responden a nuevos paradigmas son sólo algunos de los tópicos abordados en la jornada desarrollada hoy en el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon, que sirvió para conmemorar el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que ha sido instaurada para el 15 de junio.
Organizada por la Subsecretaría de Políticas Sociales para la Integración -dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad-, la jornada se llevó a cabo en el recinto de sesiones del Cuerpo Deliberativo local.
Estuvieron presentes el presidente del HCD, Ariel Ciano; la subsecretaría de Políticas Sociales para la Integración, Alejandra Urdampilleta; y los panelistas invitados: las doctoras Alejandra Obligado y Silvana Ballarín (Tribunal de Familia), la licenciada en Psicología (UNMdP), Claudia Arias; Juan Pablo Erreguerena (UNMdP/PAMI) y la licenciada Paula Mantero (decana de la Facultad de Ciencias de la Salud/UNMdP).
En primer término, para dar la bienvenida hizo uso de la palabra Ciano, que destacó que “el recinto de sesiones es un espacio abierto a la comunidad, cómodo para abordar estas cuestiones que tienen resonancia social y son una muestra de lo que ocurre en la ciudad”. Luego, acotó: “Esta jornada nos insta a reflexionar sobre cómo tratamos a los adultos mayores, a nuestros “viejos”, como les digo cariñosamente. A mí entender, los pueblos que no respetan a sus adultos mayores están condenados a repetir los errores del pasado y a no saber hacia dónde van. Cómo abordemos esta cuestión marcará el devenir y crecimiento de nuestro país”.
Luego, Urdampilleta explicó cómo, desde el municipio, se están implementando hace varios años políticas de Estado que responden a un paradigma moderno (y vigente) que cambia el enfoque que se le da al adulto mayor. “Hemos dejado de lado la mirada del abuelo como ser institucionalizado, que llegaba a un hogar y allí quedaba hasta el final de sus días. Ahora se trabaja de otra manera, de forma seria, persistente y consistente, para fortalecer y darles más autonomía, herramientas que les sirvan para mantenerse activos y en ejercicio de sus facultades y que les permita hacer un goce pleno de sus derechos como sujetos”.
La subsecretaria de Políticas Sociales para la Integración agregó: “Hemos salido del esquema paternalista y asistencialista. Es un tema profundo del día a día que no se ve fácilmente, pero que lo estamos llevando a cabo. Antes, los adultos mayores no tenían poder de decisión y había más de 150 adultos institucionalizados; hoy no llegan a 40 en el Hogar Autogestionado, donde ellos toman decisiones. Es un lugar de tránsito, ya no de estadía, y les permite enriquecerse, en algunos casos poder jubilarse y formar nuevas relaciones. De esta manera estamos fortaleciéndoles con políticas sobre el hogar que los contiene en lo familiar, sobre el barrio y la comunidad que los rodea. Finalmente, tenemos las instituciones adecuadas para aquellos que lamentablemente no tienen otra red o sustento”.
Abordaje multidisciplinario
En el tramo de las disertaciones, la primera en hacer uso de la palabra fue la licenciada en Psicología Claudia Arias, docente de la UNMdP, que consideró que los distintos estamentos del Estado están transitando un proceso de capacitación de recursos humanos para aprender a dar un buen trato a los adultos mayores. “Hay un envejecimiento poblacional que dejó en evidencia que faltaban profesionales preparados para nuevas funciones. Por otra parte, no había materias específicas que aborden con el caudal necesario de información este tema. La gerontología es una interdisciplina que, además, ha generado la aparición de medios de comunicación específicos que cubren con criterio y profundidad todas las cuestiones que le atañen”.
A su turno, la Dra. Alejandra Obligado (Tribunal de Familia Nº 2) analizó la vulnerabilidad jurídica del adulto mayor y la responsabilidad civil sobre aquellos que ingresan a las instituciones. “Los abuelos no tienen ninguna participación ni poder decisión cuando se celebra un contrato entre dos partes, entre dos terceros, que termina rubricando su institucionalización”, consignó.
Luego, la Dra. Silvana Ballarín (Tribunal de Familia Nº 1) consideró que “en la sociedad de consumo actual no hay lugar para quienes no consumen o son dependientes, como los adultos mayores. Pero no tiene nada de malo ser dependiente. La sociedad se construye a través de la responsabilidad. Hay casos de violencia familiar, muy habituales, donde el que hace la denuncia es el victimario, el hijo por caso. Por eso hay que tener cuidado cuando se accede a un expediente nuevo”. Y añadió: “Es aberrante cuando los hijos creen tener acceso al derecho hereditario sobre una propiedad antes que sus padres mueran. En principio, la capacidad de autonomía se debe presumir”.
A continuación, Juan Pablo Erreguerena (PAMI) enumeró las prestaciones de la obra social y consideró que se ofrecen considerando a los adultos mayores “sujetos de derecho”.
Finalmente, la lic. Paula Mantero recordó que el Programa Universitario para Adultos Mayores cumplió 20 años. “Hoy tenemos 1.500 alumnos –más que alguna facultad- y 40 talleres con diversas ofertas. Aspiramos a que vuelva a darse en el Complejo Universitario, porque consideramos positiva la convivencia intergeneracional para que los sectores etarios aprendan a tratarse y relacionarse mutuamente. Además, permite un enriquecimiento social evidente”.
En el siguiente tramo de la jornada fue proyectado un vídeo con tramos de películas donde se evidencian los distintos tipos de tratos que reciben los adultos en su vida social y comunitaria, a partir de la exhibición de breves tramos de películas emblemáticas, como el caso de “Esperando la carroza”.
Finalmente, se abrió la etapa de las preguntas de los asistentes para los disertantes, que respondieron inquietudes vinculadas a temas analizados en la jornada y a dudas insertas en las experiencias de vida personales.