En el marco del Día Internacional de la Enfermería, se llevó a cabo la 12º edición del Encuentro de Enfermería Marplatense que desde 2010 se realiza de manera itinerante, impulsado por la Unión Cristiana de Enfermeros Argentinos (UCEA), sede Mar del Plata.
Este acto formal tuvo lugar en el recinto de sesiones, con las presencias de los concejales Diego García y Florencia Ranellucci.
Desde 1965 se celebra cada 12 de mayo alrededor del mundo el Día Internacional de la Enfermería “con el firme objetivo de rendir un homenaje a todos los enfermeros y enfermeras, que a nivel mundial realizan esta loable labor para toda la humanidad, así como rendir tributo a su fundadora Florence Nightingale, que nació un 12 de mayo y que es considerada la fundadora de la enfermería moderna”
Durante el acto, Diego García –Presidente de la Comisión de Salud Comunitaria y Desarrollo Humano- dio la bienvenida: “Se hacen reconocimientos cotidianos acá, pero la profesión de Enfermería es tan noble y vocacional, que es justo que se haga el acto en el recinto, en la casa de la democracia. Es donde ocurren los hechos importantes de la ciudad. La tarea de la enfermería está enmarcada en la ética, la vocación, el compromiso y la idoneidad. Son quienes están siempre junto a las personas enfermas, en los momentos que más ayuda y acompañamiento necesitan”.
Luego, Ranellucci también hizo uso de la palabra: “Como representantes de los vecinos es una alegría poder recibirlas, que sientan que ésta también es su casa. Estamos recordando los logros alcanzados y las deudas pendientes para una profesión que es sacrificada, que está ligada a la pasión y a la vocación de servicio, un camino de permanente compromiso. Florence Nightingale, a quien evocamos hoy, generó todo un sistema de cercanía, de hacer por el otro, de hacer por el prójimo. Ése es el camino que tenemos que profundizar”.
Posteriormente fue el turno de las profesionales agasajadas. En principio, habló la licenciada Marcela Artero, Jefa de Enfermería de la Clínica Pueyrredon: “Gracias por recibirnos, gracias por darnos el espacio. Creo que la enfermería conjuga muchos verbos, somos mucho más que la acepción del diccionario. Somos cuidar, a pacientes y familias; somos acompañar, en todos los procesos de la vida; somos escuchar, porque a veces los pacientes nos dicen cosas que ni sus más cercanos familiares saben; somos educar, porque enseñamos que tener una muerte digna, un buen morir, también es un derecho. Somos un montón de verbos porque somos acción. Es algo que lo llevamos en nuestro ADN. Hacemos un trabajo sutil, pero no somos invisibles. Somos un equipo de profesionales privilegiados, porque tenemos una pasión y una vocación y podemos vivir de ello”.
Después lo hizo Laura Sánchez, licenciada, especializada en docencia universitaria: “Tengo una alegría y emoción enormes. Nuestra profesión tiene una variedad de roles que nos permite desempeñarnos en diferentes áreas. Educación, investigación, las especialidades médicas, emergencias, asesoramiento, generación de políticas públicas y otras. Quiero agradecer porque es la primera vez que tenemos un espacio en el Concejo Deliberante. Somos una profesión y tenemos un desafío por delante, que son las necesidades que aún tenemos. Hemos tomado el lema del Consejo Internacional de Enfermería: `Nuestras enfermeras, nuestro futuro. El poder económico de los cuidados`, que se refiere a la inversión estratégica por parte de los gobiernos, en los diferentes estamentos del estado, que apunta al fortalecimiento de la profesión. Tenemos que ver cómo retener al capital humano que emigra, con lo que cuesta formarlo. La enfermería es la columna vertebral del sistema sanitario argentino, porque asiste a entre el 50 y el 70 por ciento de todas las consultas en los tres niveles de atención”.
Y, finalmente, Graciela Rojas, Presidenta de UCEA Nacional, dijo: “Realmente estoy feliz y agradecida. La enfermería es antes del nacer y después también. Creemos en la importancia y en el desafío de la inversión económica. Hay países donde la primera atención, el primer contacto del paciente es con el enfermero. Y eso ha generado una retribución económica, que mejora la eficacia y eficiencia del sistema. El mundo necesita enfermeros, y hay una opción ahí, al alcance, para formarse en el cuidado humano al otro. Nosotros cuidamos y tratamos el dolor, pero ¿quién nos cuida a nosotros del dolor espiritual, de la frustración y desilusión, del exhausto? No es fácil encontrar una salida. Es hermoso volver agotado físicamente a casa, pero feliz de la vocación que vivimos, pero hay aspectos que no parecen fáciles de abordar. El proceso de cuidar podemos verlo como un acompañamiento basado en la compasión”.
Quién fue Nightingale
Florence Nightingale (Florencia, 12 de mayo de 1820-Londres, 13 de agosto de 1910) fue una enfermera, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional contemporánea y creadora del primer modelo conceptual de enfermería. Destacó en matemáticas, siendo una de las matemáticas más importantes del mundo, y culminó sus estudios y aplicó sus conocimientos de estadística a la epidemiología y a la estadística sanitaria. Fue la primera y pionera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica, y miembro honorario de la American Statistical Association.
Sentó las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento, en 1860, de su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres, actualmente parte integrante del King's College de Londres y del NHS.1 Fue la primera escuela laica de enfermería en el mundo.
Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra.
De fe anglicana, creía que Dios la había inspirado para ser enfermera. Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea. A partir de ese momento fue conocida como «la dama de la lámpara», por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.
En 1883, la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en3 recibir la Orden del Mérito del Reino Unido.4 En 1908, le fueron otorgadas las Llaves de la Ciudad de Londres.5
El juramento Nightingale efectuado por los enfermeros al graduarse, fue creado en su honor en 1893.