El guardavida Tulio César López recibió la distinción post mortem “Ciudadano Ejemplar” por parte del Honorable Concejo Deliberante, en el marco de un emotivo acto que contó con la presencia de su familia –receptora de este reconocimiento-, amigos y gran cantidad de compañeros de tareas, presentes en el recinto de sesiones con las distintivas musculosas.
El presidente del Cuerpo Deliberativo local, Ariel Ciano, y el concejal -y autor de la iniciativa- Gerardo Cirese (AM) presidieron el acto, hicieron uso de la palabra y entregaron una copia de la distinción a Cristian, hijo de Tulio César López, fallecido en funciones, tras cumplir con un riesgoso múltiple rescate en una playa de la zona céntrica de la ciudad.
“Hay un marcado dolor por su pérdida, pero el ejemplo que Tulio César Lopez brindó en vida es lo que debe marcar y movilizar a su familia, amigos, compañeros de tareas y todos quienes lo conocieron. Hay que sacar lo positivo, que es el orgullo de hijo y de amigo que él brindó con su conducta. Hay gente que le debe la vida que seguramente comprende que se brindó siempre por quien más lo necesitó”, señaló Ciano.
Por su parte, Cirese recordó que este guardavida era su amigo de hacía muchos años. “Este reconocimiento es muy importante. Él era una guía para sus compañeros más jóvenes, seguramente va a estar en el recuerdo de todos por siempre”.
Finalmente, uno de sus compañeros de tareas, Miguel Angel Nardone, le dio las gracias por su inagotable actitud hacia la preservación de la vida. “Recuerdo 34 años de compartir la playa. Me alegra y me entristece recordarlo en estas circunstancias, y fundamentalmente le doy las gracias por todo lo que hizo”.
Trayectoria
Tulio César López se desempeñó como guardavidas durante 34 años, pasando sus últimos 20 como referente de la Playa Bristol Popular, donde realizó su último y exitoso salvataje junto a sus dos amigos y compañeros de cada día.
Murió en cumplimento del deber: su deceso se produjo luego de realizar un rescate múltiple, exigencia que le provocó un paro cardiorrespiratorio irreversible.
Con sus 57 años de edad entrenaba durante todo el año para cumplir con las exigencias de su profesión, siendo un ejemplo para los más jóvenes que se empezaban a forjar como sus futuros reemplazos.